Ajustes preestablecidos (Presets) ¿Qué son y porqué no deberías comprarlos?

En la era digital, la fotografía ha alcanzado nuevas alturas, con herramientas de edición cada vez más sofisticadas que permiten a los fotógrafos transformar sus imágenes RAW en verdaderas obras de arte. Entre estas herramientas, los ajustes preestablecidos, o presets, han ganado una gran popularidad por su capacidad para aplicar estilos y efectos a las fotos con solo un clic. Pero, aunque parecen una solución rápida y atractiva, ¿realmente deberías comprarlos?

¿Qué son los ajustes preestablecidos (presets)?

Los ajustes preestablecidos son configuraciones guardadas en programas de edición de fotografía como Adobe Lightroom, que permiten aplicar una serie de modificaciones a una imagen RAW con un solo clic. Estas modificaciones pueden incluir ajustes de exposición, contraste, temperatura de color, saturación, entre otros parámetros. Básicamente, los presets son recetas predefinidas que transforman tus fotos de manera rápida y consistente.

Menú de ajustes preestablecidos en Lightroom.

¿Para qué se utilizan?

Los presets se utilizan principalmente para agilizar el proceso de edición, permitiendo que los fotógrafos apliquen un estilo o efecto específico a una serie de imágenes de manera uniforme. Son especialmente útiles para aquellos que necesitan editar grandes cantidades de fotos en poco tiempo, como los fotógrafos de bodas o eventos. Además, permiten experimentar con diferentes looks y estilos sin tener que empezar desde cero cada vez.

¿Por qué no deberías comprarlos a la ligera?

Si bien los presets pueden parecer una herramienta mágica, hay varias razones por las que no deberías apresurarte a comprarlos, especialmente si estás comenzando en el mundo de la edición fotográfica:

1. Aprender desde cero es fundamental

Antes de depender de presets, es esencial que domines los fundamentos de la edición. Cuando editas una fotografía desde cero, aprendes cómo afectan los diferentes ajustes a tu imagen. Este conocimiento te da control total sobre el resultado final, algo que los presets no pueden ofrecer. Los presets pueden aplicar cambios predeterminados, pero no entienden las necesidades específicas de tu imagen.

2. No todos los presets funcionan para todas las fotos

Un preset que funciona perfectamente en una foto puede no funcionar en otra. Las condiciones de iluminación, los colores predominantes y el estilo de la foto pueden variar mucho, y un preset predefinido puede terminar haciendo que tu imagen se vea poco natural o no logre el efecto que buscas. Sin un conocimiento sólido de la edición, es posible que termines insatisfecho con los resultados.

3. Personalización limitada

Al comprar presets, te estás limitando a las visiones creativas de otros fotógrafos. Aunque pueden ser una fuente de inspiración, los mejores ajustes preestablecidos son aquellos que creas tú mismo, basados en tu estilo personal y tus necesidades. Aprender a crear tus propios presets te permitirá desarrollar un estilo único y consistente en tu trabajo.

4. Costes innecesarios

Algunos paquetes de presets pueden ser caros, y es posible que no ofrezcan el valor que esperas. En lugar de gastar dinero en presets, considera invertir en formación, tutoriales o herramientas que te ayuden a mejorar tus habilidades de edición. Con el tiempo, podrás crear tus propios presets que estarán perfectamente adaptados a tu estilo de fotografía.


¿Cuándo y cómo utilizar los presets?

Si decides usar presets, hazlo con un propósito claro y con conocimiento. Los presets pueden ser una excelente herramienta para agilizar el flujo de trabajo una vez que domines la edición. Puedes usar presets para crear un punto de partida en tu edición, y luego ajustar los parámetros según lo necesites. Además, los presets que tú mismo desarrolles serán mucho más valiosos, ya que estarán ajustados a tus preferencias y a las características de tus fotos.

Conclusión

Los ajustes preestablecidos son herramientas poderosas en la edición fotográfica, pero no deben ser vistos como un atajo para evitar aprender los fundamentos. Antes de invertir en presets, tómate el tiempo para dominar las herramientas de edición desde cero. Con un buen conocimiento de los principios de edición, estarás mejor equipado para crear tus propios ajustes preestablecidos, que reflejarán tu visión y estilo personal.

Recuerda que la edición de fotografía es un proceso creativo y técnico que se perfecciona con la práctica y la experimentación. Si decides usar presets, hazlo sabiendo que son solo una herramienta más en tu caja de herramientas, no la solución definitiva. ¡La mejor edición es la que tú mismo controlas!

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