Viaje fotográfico a los Pirineos (Otoño 2024)

Lac d’Oô, Alta Garona, Francia.

Objetivo: Capturar el otoño

Ya desde hace tiempo me rondaba por la mente la realización de un álbum fotográfico exclusivo de la temporada otoñal. Una estación marcada por esos colores que tanto llaman la atención por sus naranjas, amarillos, rojos y ocres. Decidí salir de los territorios explorados para adentrarme en el mundo Pirenáico, rumbo norte hasta cruzar la frontera y fue allí donde descubrí que el otoño es sin duda una de las mejores estaciones para la fotografía de paisaje, si no la mejor…

Me hospedé en la preciosa localidad de Bagnères de Luchon, localizada en un hermoso valle de los Pirineos franceses. Desde allí ya tenía bien planeada la ruta para los próximos días de trabajo fotográfico. Luchon me sorprendió, un pueblo relativamente grande pero rodeado de parques y atravesado por un caudaloso río, era el destino perfecto para la desconexión; tranquilo, silencioso y con unos bellos edificios con los que deleitar el sentido de la vista.

Bueno, hablemos de lo que realmente importa. Seré sincero, a parte de capturar fotográficamente el otoño uno de mis principales objetivos era poder inmortalizar las grandes cascadas que descienden de los pirineos a los valles. Cascadas como la del Lago de Oô, la Cascada d’Enfer y la de Juzet de Luchon estaban en mi punto de mira y sí, las conseguí fotografiar a todas y la verdad que fue una experiencia increíble.

El sonido del agua rugiendo, el aire fresco y húmedo empujado por las toneladas de agua hacia mi cara y yo ahí plantado con el trípode y la cámara, como una hormiga frente a un coloso. Las fotos hablan por sí solas.

Dejando las cascadas a un lado, a mi llegada a la región, el otoño ya se había asentado. Las carreteras eran un espectáculo natural, tanto que resultaba difícil mantener la vista en ella debido a que a medida que el coche avanzaba, los bosques y montañas vestidos de unos colores anaranjados espectaculares me dejaban sin aliento. Los rayos de sol atravesaban las copas de las miles de hayas, mientras las hojas caían una tras otra, sin cesar.

Ubicación tras ubicación, finalmente llegué al Valle de Lys, famoso por su gran afluencia de visitantes en época invernal (no es difícil imaginar porqué). Allí recorrí varias rutas de montaña para empaparme de los colores de los árboles, los aromas del entorno y la esencia salvaje de los Pirineos. El resultado fueron más de 1000 imágenes y decenas de vídeos, aparte de una satisfacción especial que es combustible para el alma, algo difícil de explicar pero, digamos que me entraron ganas de perderme en las montañas descubriendo sus secretos, hasta el fin de los días.

Los colores del otoño visten los bosques y las cimas ya se van cubriendo por las primeras nieves.

Valle de Lys, Alta Garona, Francia.

Animales del Pirineo: Aran Park

Para completar este viaje, decidí visitar el parque de animales “Aran Park”, situado en plena montaña dentro del término municipal de Bossòst, Valle de Aran. Allí pude observar y fotografiar decenas de especies diferentes en su hábitat natural. Linces, buitres, lobos, ciervos y un largo etcétera. Era una oportunidad que no podía dejar escapar. Si que es verdad que la fotografía de animales en parques de semi-libertad como éste jamás será lo mismo ni transmitirá tanto como un encuentro en plena naturaleza salvaje, por muchas razones que quizás explique en una futura entrada de blog, aún así fue muy especial poderlos fotografiar tan de cerca. Aquí os dejo algunas imágenes.

Objetivo cumplido. Regreso a casa.

El último día visité un precioso lago al norte de Luchon, su nombre era Lac de Badech y estaba junto a un aeródromo donde las avionetas aterrizaban y despegaban sin cesar, casi como los patos en el lago. Parecía un duelo solo que, unos duelistas iban vestidos de plumas y los otros de aluminio. Pese a esto, fueron unas horas de lo más relajantes y entretenidas. Allí tuve la oportunidad de llenar aún más las tarjetas de memoria. Desde parapentistas realizando acrobacias aéreas hasta un grupo de cormoranes posados en unos árboles junto al río, entre otras muchas cosas…

El regreso a casa estuvo pasado por agua. El coche recorría una última vez esos valles de cuento, la luz del sol ya no brillaba pero los colores del otoño seguían adornando las laderas. Unos colores que eran magia. Los colores de la vida que resiste, antes de que llegue el frío del invierno.

"Qué hermosas envejecen las hojas. Qué llenos de luz y color son sus últimos días”.

John Burroughs





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