Mi afición por los gatos
Los félidos o comúnmente llamados felinos (Felidae) son una familia de mamíferos del orden Carnivora.
Si, esa es la definición de Wikipedia. Para explicar el porqué de mi atracción por los felinos, concretamente por los gatos no nos va a servir. Va mucho más allá de definiciones anatómicas o científicas.
Arriba. Estatua de Bastet, Ägyptisches Museum.
Desde pequeño la cultura egipcia ha sido para mí un gran mundo que explorar. Me gustaba leer sobre el tema. Sus costumbres, su religión, su país y en general su forma de vida. Hubo una cosa que me llamó la atención. Los egipcios adoraban a los gatos como si fueran dioses, pero ¿por qué?
Pues intentaré ser breve pero, para justificar mi afición por estos animales y contestar a la pregunta anterior completamente haría falta mucho tiempo, y algún que otro café.
Gran parte de esta devoción se debe a que los antiguos egipcios sabían que eran unos animales protectores, leales y cariñosos pero que al mismo tiempo podían ser independientes y feroces.
Estos rasgos tan particulares, a ojos de los egipcios, hacían que los felinos fueran animales dignos de atención, motivo por el que empezaron a construir, entre otras cosas, estatuas felinas. Una de las esculturas más populares es la Gran Esfinge de Giza, un monumento de 73 metros de largo que tiene cara de hombre y cuerpo de león. Asimismo, la diosa Sekhmet fue representada con la cabeza de una leona sobre el cuerpo de una mujer. Otra diosa, Bastet, a menudo se la representaba como un león o un gato, y los antiguos egipcios consideraban que los gatos eran sagrados para ella.
El gato es un gran misterio. Los primeros registros de estos animales datan de las primeras dinastías egipcias aunque se han encontrado esqueletos aún más antiguos. “Los gatos fueron entregados a los humanos por los dioses” esto es lo que dicen los antiguos escritos…
Un día tuve la oportunidad de leer “El perro es el guardián físico del hombre y el gato es el guardián espiritual”
Creo firmemente que los gatos no son animales ordinarios. Hay algo mágico en ellos. Incluso algunos son capaces de pronosticar enfermedades o incluso muertes. Sí, habéis leído bien. La mayoría de las personas creen que los gatos no hacen nada, son perezosos y todo lo que hacen es comer y dormir. Nada más alejado de la realidad.
Muchas personas, entre los que me incluyo, creen que los gatos pueden llegar a absorber de alguna manera la energía negativa, sanando a los que están alrededor.
En mi infancia han habido muchos gatos. Gatos asilvestrados viviendo en mi pueblo, de los que tengo muy buenos recuerdos. En la actualidad sigo manteniendo el contacto con grupos silvestres. Cruzamos miradas y mantenemos la distancia mientras los fotografío. Nunca me cansaré de esos ojos, un portal hacia otro mundo.
Un maullido masajea el corazón.
Stuart McMillan